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Fenicios, romanos , árabes y cristianos: De la Sexi fenicia a la cristiana Almuñecar

 

La mayoría de las veces cuando hablamos de Almuñecar pensamos en sol y playa. Nuestra mente vuela a esas preciosas calas de aguas cristalinas. Abruptas rocas donde las gaviotas campean a sus anchas y donde un espectacular fondo marino espera a los amantes del buceo.

Pero Almuñecar no es sólo la imagen turística que tenemos de ella. La bella Sexi tiene mucho que contar. Si hicieramos una visita guiada digital por la historia de Almuñecar, las paradas serían las siguientes.

La fenicia Seks

Tomando como punto de partida su casco histórico, ascendemos en dirección al Castillo de San Miguel.  Aquí es donde comienza a apreciarse su pasado nazarí. Sus calles, vías  estrechas con empinadas cuestas nos recuerdan al Albaicín. Casas blancas, cuyas fachadas se adornan con macetas de vivos colores y ese silencio que, sin quererlo, hace que tu imaginación empiece a volar.

Las mujeres sexitanas vienen del mercado con la compra, como un día fueron cargando cántaros. Cántaros llenos de agua recogida de algún aljibe cercano. Hoy llevan vestidos de tirantes donde un día vestían largas camisas, mantos y velos para cubrirse. El atuendo típico de la mujer nazarí se realizaba principalmente en lino o algodón.

La romana Sexi

Seguimos el paseo por ese laberinto de calles. Nos encontramos con Cueva de los Siete Palacios, que nos traslada a través del tiempo de nuevo. Este lugar acoge, desde 1984, el Museo Arqueológico.

Dadas las escasas posibilidades de construcción de edificios públicos, Los romanos recurren a partir del S.I d.C. tiene serios problemas a la hora de construir edificios públicos. Por ello recurren a la construcción de una plataforma sustentada gracias a una serie de bóvedas. Estas bóvedas son conocidas por la gente del pueblo como cuevas. La Cueva de Siete Palacios se construye en el sótano como un templo en honor a Minerva.

Un espacio que se halla en el interior de un criptopórtico romano donde se han encontrado restos procedentes de distintas épocas. Restos romanos y árabes pero que también fenicios, de la época púnica e ibérica. Ese pasado se refleja en la exposición del museo con ánforas romanas, menaje fenicio, romano y nazarí, quimeras etruscas, pequeñas esculturas fenicias.  El plato fuerte de la exposición es un vaso cinerario egipcio, realizado en mármol, perteneciente al faraón Apofis I.

De la Al- Munakkar la árabe a la cristiana Almuñecar.

El Castillo de San Miguel se encuentra en lo alto de la colina. En un principio se trató de una fortaleza nazarí, situada en un lugar estratégico. Y no solo tiene relevancia desde el interés militar. ¡También tiene unas espectaculares vistas de toda Almuñecar! Gracias a la altura descubrimos una foto de Granada poco común. Allí se encuentran vestigios árabes, parte de una muralla o una torre albarrana, incluso restos de un hamman. Tras la conquista cristiana, es el emperador Carlos I el que dictamina que se construyan más torres y el foso del castillo para su defensa.

Almuñecar y la Costa Tropical son mucho más que sol, playa y frutas tropicales. Patrimonio, cultura, arte. Parece que aún queda mucho por contar sobre la historia de este magnífico enclave.

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