María Manrique Hay veces que la historia elige personajes para hacerlos inmortales y los cuales nos acompañan desde nuestra más tierna infancia. Otros en cambio, no sabemos por qué, se les cubre con una especie de velo y se vuelven invisibles. Hombres y mujeres que han aportado a nuestra historia un gran legado. Aquí tenemos el estupendo ejemplo de una mujer, esposa de un “grande”, a la que la historia no le ha dado el lugar que en mi humilde opinión se merecía. Os hablo de María Manrique de Lara, Duquesa de Sessa y Terranova. El ajuar que financió el viaje de Colón María Manrique, la Duquesa de Sessa, fue hija de Fadrique Manrique (hijo bastardo de Enrique II de Castilla) y de Beatriz de Figueroa, dama de la nobleza castellana. Con este linaje, su padre decidió encontrarle un marido acorde a su clase y no fue otro que Gonzalo Fernández de Córdoba más conocido como “El Gran Capitán”, del que todos hemos oído sus hazañas y sus logros al mando de las tropas reales en tiempo de Fernando el Católico. Pero antes de hablar más en profundidad sobre su vida y su legado, me gustaría mencionar un hecho por el que probablemente María es más recordada. Ocurrió en el campamento de los Reyes Católicos en la ciudad de Santa Fe, durante el asedio a Granada. Corría el año 1491 y la tienda de Isabel ardió al prenderse la misma con una vela. Ante este hecho, María Manrique le cedió todas sus joyas y su ajuar. Esto quedaría como una anécdota a no ser que aceptemos como cierto, que estas joyas fueron vendidas por la reina y el dinero se empleó para financiar el proyecto de Colón, por lo que María sería de forma indirecta una de las mecenas del descubrimiento
María Manrique Hay veces que la historia elige personajes para hacerlos inmortales y los cuales nos acompañan desde nuestra más tierna infancia. Otros en cambio, no sabemos por qué, se les cubre con una especie de velo y se vuelven invisibles. Hombres y mujeres que han aportado a nuestra historia un gran legado. Aquí tenemos