El origen del cante jondo
El origen del cante jondo está escrito principalmente en su nombre (Flamenco), en sus palos, en el nombre de los campesinos desterrados que lo han conservado en su garganta, en sus manos, en sus pies, en el alma.
En este blog voy a hablar de cosas que existen y se nombran, porque solo cuando se nombran existen.
Otra interpretación del origen del flamenco se sitúa en Sevilla en el siglo XVIII lo que hace que Sevilla sea una de las cunas del flamenco en Andalucía.
Su origen viene en su nombre, flamenco, que deriva del término andalusí ‘fellah (campesino) min gueir ard o fellah al mankub (sin tierra)’, una expresión que quiere decir ‘campesino sin tierra’.
Cuando a una persona le quitan lo que tiene, lo que es, su ropa y la manera de vestirse, su dios y la manera de adorarlo, acaba siendo una marginada excluida.
De ahí viene lo de «mankub» que es la causa del dolor y del daño que provoca.
Aunque su nacimiento se fija en el siglo XVIII, el flamenco tiene sus raíces en épocas anteriores, en un pasado jondo, en la inteligencia emocional de un pueblo para resolver la tensión entre identidad y supervivencia.
La identidad en el Flamenco
El flamenco es una de las huellas más reveladoras de cómo un pueblo consigue sobrevivir reconstruyendo su identidad para no dejar de ser quien era, intentando vivir el dolor respetando lo sagrado.
Las dos expresiones que condensan el flamenco son ay y olé (del nombre de dios en árabe allah), el dolor y lo sagrado.
El manantial del flamenco no es un lugar físico ni es un lugar determinado: brota del alma y de la garganta de quien lo siente.
Si queremos entender porqué en el flamenco se grita y se dice ole, debemos hacer un repaso en el alma y en la garganta hasta encontrar el estrato en que un pueblo sufrió un trauma brutal que todavía le duele. El de quienes lo perdieron todo con tal de no abandonar sus tierras, el de quienes abandonaron su tierra con tal de no perderlo todo. Se les condenó a no hablar la lengua de los vencidos, a pesar que con ella construían sus nombres, guardaron los rezos en el fondo del corazón y no dejaron de hacer lo que hacían delante de sus vencedores. Todo ocurrió cuando la mujer que daba a luz a un recién nacido al que le cortaba las uñas mientras lloraba y le cantaba flamenco a escondidas para no ser vista ni oída.
El origen morisco del cante jondo
Se trataba de una ceremonia popular pero privada en la que se le canta en secreto a una criatura, cuando aún está morita sin cristianizar, de una bendición prohibida, flamenco en estado puro LA ILAHA ILLA ALLAH (NO HAY MÁS DIOS QUE DIOS ), pronunciando la a como si fuera e. Esto hace que con el tiempo las palabras se aflamenquen, pues se trataba de un modo de evitar ser descubiertos cambiando la fonética por otras semejantes. El grito del flamenco se quedo en Andalucía por eso se canta en andaluz un clavo, en las memorias del pueblo que nos cedió sus raíces.
La soledad, madre del cante jondo, hace que este tipo de canto beba en esencia de la espiritualidad islámica que custodiaron los moriscos a duras penas mezclada con el sabor a sangre de la saliva gitana que los hizo suyos. Nace tras cien años de sufrimiento después de la conquista de Granada, en la que no fueron cien años de soledad sino más bien cien años de amnesia. En un barrio como el Sacromonte en el que aquellas comunidades que sufrían el mismo dolor y temor a ser descubiertos, compartieron rituales culturales religiosos y artísticos (músical).
Duele olvidar lo que se ama, por eso el flamenco fue el espacio donde la gente más humilde almacenó el doloroso recuerdo de su pueblo amado.
El flamenco se canta en lengua isla, una lengua que nació para ser cantada y que va más allá de la lengua normal, se canta en la lengua del recuerdo y la supervivencia.
Muchísimas gracias Tommy por su comentario. Nos alegra que le haya gustado. Un artículo que nuestra compañera Chaima lo ha escrito con mucho sentimiento y nos muestra esa parte menos conocida de un cante que en Granada lleva arraigado muchos siglos.
Deseamos que le sigan gustando nuestros artículos.
Reciba un saludo muy cordial.
Eva Rodríguez
excelente artículo. Tommy Sven Jennee